sábado, enero 27, 2007

Avellaneda no sabe

Que triste está mi vida sin su vida.

jueves, enero 18, 2007

Invencible de Muse al fondo


Ardes dentro de un barreño de perdición
contraes tu esencia en un guiño al dolor
pero no consigues desaparecer.

No siempre fue así.
Hubo un tiempo, no muy lejano
en el interior del cual
te creias invencible.

Ajeno a las circunstancias
dejaste que la vida, y con ella
el amor
envolviera tus momentos.

Toda belleza es inasible,
lo sabías, pero luchaste
por mantenerla a tu lado.

Nunca la impermanencia
había sido tan cruel.
La pérdida anda cubriendote
de miseria, y
los pequeños respiros
que te son concedidos
ahondan en tu desespero.

sábado, enero 13, 2007

Quisiera decirte

Quisiera decirte que aun te amo,
que de la trashumancia sensual
al pàramo actual
no median intenciones,
tan solo perdiciones.

Quisiera decirte que aun te amo,
y a mi,
que nada me costaba
manifestar sentimientos,
ahora se mantienen indefensos
en busca de esa pequeña chispa
que encienda de nuevo
las emociones.

También, quisiera decirte
que poco ganas permaneciendo,
que la sensación de pérdida
aumenta con el paso del tiempo
que nada parece evitar
el paso previo a la locura.

Aunque repita cien veces
que aun te amo y
que mis actos se empeñen
en demostrar lo contrario
agradezco que permanezcas.
A mi lado.

jueves, enero 11, 2007


Valor insustancial de lo bello
sarcasmos desabridos de amor
no toques, no mires, no sientas
varearte encima sin remilgos.

Cosificado en tus imagenes
me vuelvo bello en tu sueño
y reaparezco en el olvido
para aniñarme en tu seno.

Cantas valor para auyentarte
asimilando el miedo en tu esencia
partes de un todo que no existe
desapareciendo antes de irte.

Nina Simone


I love you, Porgy

no entiendes que todavía estoy llegando,


y ya sublimas mi ausencia sin rencor.

Donde ahora habita el dolor

se consume una pasión irrepetible.

Oyes el susurro del piano

las notas marcadas con intención,

cada una un destello de tu cuerpo.

Antes adorado, ahora un desierto.

Fiebre salvífica

Empieza en tu mente
salpica tus hombros
rezuman plácidas tus axilas
resplandece tu vientre
tiembla tu sexo
Con una mezcla de caricias
entre dos dedos de seda
viertes placer líquido
listo para sorber