martes, abril 17, 2007

Última función

Parecían no entender que el tiempo se hallaba anclado a ese momento en que sin quererlo habian solicitado un interludio.
De nada sirvieron consejos y demás zarandajas, los designios debian cumplirse y además, quienes eran ellos para rechazar aquello de lo que tan solo eran protagonistas que no creadores. Ese don no les pertenecía.
Iros todos a la mierda!!!.
El grito retumbó en toda la ciudad, que en ese momento no dormía. Tan solo estaba muerta.
Quien habia sido capaz de romper el largo silencio del sepulcro. Quienes eran, todos.
El interludio, a punto de finalizar, cobró vida transformándose en una vulgar opereta. Los protagonistas no supieron estar a la altura y se perdieron en un eterno entreacto. El público, cansado de esperar, empezó a abandonar sus localidades. Y cuando la última luz agonizaba, el coro en pie retumbó desde el proscenio:
¡¡¡GILIPOLLAAAAS!!!.

lunes, abril 09, 2007

La frontera

Cuando evocar recuerdos se convierte en un lento fluir de melancolía, trasunto de tiempos pasados, repetición imposible de algo que ya no me pertenece, una figura inconmensurable aparece en todo su esplendor acompañando un sueño.
Para pervivir en mi memoria haciéndome partícipe de su lento deambular por un espacio todavía por mi desconocido. Peregrinar a su lado por esos lugares inciertos de los que huiria por temor a lo ignorado y a los que regreso para confirmar que su recuerdo permanece cercano.
Cuando en la estancia de la realidad sufro de olvido, ella regresa rediviva en mis sueños.
Mantiene su sonrisa apaciguadora, reconfortante, intentando transmitir un: "no importa, sigo estando aquí". Es entonces cuando la vida y la muerte se entremezclan haciendo imposible saber en que lugar de la frontera me encuentro. Y tampoco hago un esfuerzo por intentar desvelar el misterio. A fin de cuentas, prefiero permanecer en su compañía, aunque el desespero de su muerte se repita invariablemente, a recobrar esa amnesia perturbadora.