miércoles, diciembre 03, 2008

Cuanta música ha sido ya ensuciada al ser utilizada en un anuncio de televisión? Cuantas piezas de música clásica han perdido aquella íntima importancia al ser repetidas hasta la saciedad en la pequeña pantalla? El monstruo que todo lo puede ha vuelto a atacar. Hoy he visto por televisión como una marca de colonia utilizaba en su publicidad una canción de Antony and the Johnsons. Lo que me faltaba. Esos momentos de cálida intimidad que es capaz de conseguir este artista pueden saltar hechos añicos.
Menos mal que la solución es sencilla. Dejar de ver televisión (poco esfuerzo) hasta que las maravillosas fiestas navideñas hayan quedado atrás y el repugnante hedor a perfume que emanan haya sido sustituido por otras pestilencias (políticas, económicas) de las que difícilmente podemos deshacernos.