De donde surge esta extraña calma,
me dejo mecer en ella.
Sigo atento. Pero.
No me engaño.
La desagradable sorpresa acecha.
Se encuentra cerca,
siento su respiración. Y
mantengo la tensión,
sin dejar de disfrutar
este anómalo sosiego.
Quisiera compartir este momento
contigo.
Tenerte cerca, sin tocarte.
Mezclar tu aliento
con el suyo.
Y no tocarte.
Por temor a transformar
esta realidad
tan ajena.
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